28 de octubre de 2009

Nombres de aves

Siempre me gustaron los nombres de las aves, de los pájaros. En muchos casos me parecían curiosos, sonoros, llamativos. Frescos y poco habituales. Originales. Gran mérito el de los que se los pusieron.

Cormorán moñudo, Martinete, Garcilla bueyera, Ánsar careto, Cerceta pardilla. Sin significados, al menos en el nombre de la especie. Sí ya en muchos casos al contar alguna de sus cualidades. Su apellido. Moñudo, pardilla, careto....

Avutarda, Alcatraz, Archibebe, Pagaza, Bisbita, Mosquitero, Alcaudón. Nombres y sonidos, oídos por primera vez en muchos casos. Nombres que no dicen nada. Nombres que en gran medida son desconocidos. Inexistentes.

Nombres muy repetidos, como el caso del Escribano. El Escribano puede ser cejigualdo, rústico, pigmeo, cabecinegro, carirrojo, cinéreo, sahariano, cabecigrís, ceniciento, montesino, hortelano, soteño, cerillo, enmascarado, aureolado, palustre, nival, lapón. 18 escribanos y todavía hay más. 18 pajarillos iguales pero diferentes. Y 18 nombres. 18 Escribanos diferentes y no son todos.

Pero están los nombres curiosos. Los que lo superan todo. Los que ya en sí son una sorpresa, un primor, un relato, una historia completa. Hablo del Quebrantahuesos. Ahí es nada, el Quebrantahuesos. Y que me decís del Torcecuello, que hay que ver como lo menea. Como asemeja muchas veces a un ofidio. El Picogordo. ¿Porqué se llamará así....?. Críalo, ¿cómo?, Que lo críes. ¿Que haga qué?. Que cuides de mi retoño. Eso hace el críalo cuando deposita sus huevos dentro del nido de otras especies..... Vuelvepiedras. ¡¡Qué imaginación!!. Vuelvepiedras. ¿Habéis oído un nombre de algo más bonito? o..... Andarríos, quéeeee, ¿que será lo que hacen?. Agachadiza, Lavandera, Cuco , Frailecillo, Agateador, Trepador, Correlimos, Alzacola, Canastera, Ostrero, Combatiente, Chotacabras, Papamoscas, Carbonero, Herrerillo, Verdecillo.....¡¡¡Ah!!! Y otro grande. De los más grandes. Treparriscos. Pedazo de nombre. Y si ves al bicho....tela.

A mi encantan. Me gustan. A veces cojo la guía, la primera que pillo y los leo. Leo sus nombres y los digo en alto. Los saboreo.

Y Págalo. Grande nombre. No sé qué quiere decir. No sé porqué es así. No sé quién ni porqué lo puso. Pero ¡¡joder!! que bonito qué es...............

Págalo, págalo, págalo, págalo, págalo. Sólo superable por.....págalos......

24 de octubre de 2009

El hombre del viento

¿El hombre del viento?. No, no. Te has debido equivocar. Seguramente querías decir: "El hombre del tiempo". Pues no. Quería decir lo que he puesto.
El hombre del viento está sentado a la izquierda al oeste del observatorio, con su telescopio desplegado, oteándolo todo y apuntando lo que ve. Protegido del poderoso aire que hace que todo se tambalee. Pero allí, detrás de los muros de la construcción está tranquilo. Hoy hay nordeste.


Cada día cuando baja ya sabe donde se sentará. Generalmente cobijado en la dirección contraria del lugar de donde viene el viento. Pero para lo que él quiere hacer, no siempre hay solución. Si el viento viene del norte y quiere seguir observando las marinas, no tiene donde "esconderse". El único sitio en el que estaría protegido sería al sur, y desde allí no se ve lo que pasa. No se ve nada.


Pero el hombre del viento, aunque suele colocarse en algún lugar donde huir de él, no siempre lo hace. Hay días en agosto que el sol pega tan fuerte en Estaca, que deja que el poderoso norte, el oeste o el sur le refresquen y hagan más soportable la tarde. Aunque parezca mentira, también se puede pasar calor en Bares. Si y a veces mucho.



Hoy hay noroeste en Estaca de Bares. Ya lo sabía cuando salí de Vicedo


El hombre del viento le quiere. Como quiere al mar, a las salamanquesas o a los helechos. Como quiere a la luna y a las estrellas. Como ama las olas con su espuma. Y le gusta que el viento mueva sus cabellos. Y le quiere hasta cuando hace frío. Cuando parece que le apuñala constantemente. Cuando siente que las manos se le van a romper, amoratadas.


Cuando no hace viento le echa de menos. Se acuerda de él. Y por las noches sueña que bailan juntos. Escucha sus canciones. Canciones profundas y expresivas. Canciones de amor, de pena y de alegrías. Canciones del viento para el hombre del viento.

(*) Rosa de los vientos de guiasuperviviente.files.wordpress.com

20 de octubre de 2009

Hoy no tenía que haber sido así

Tenía que escribir de otra cosa. La tenía medio pensada pero ya no puedo. No puedo hacerlo. Hoy, en algún momento del día se ha truncado una joven vida. Diecisiete años de existencia y en un momento, en un segundo desgraciado, desafortunado, horrible, de repente, todo ha terminado. Injustamente. Inesperadamente. Irremediablemente.

No consigo recordar esa cara. Una cara que en varias ocasiones pude ver y que por más que lo intento, no puedo. Y quizás sea mejor. No sé porqué aunque bien pensado puede parecer claro, pero me ha afectado muchísimo. Y a quién no.

No quiero hablar de religiones, de creaciones, de ángeles de la guarda. Ni siquiera de suerte o en realidad mala, muy mala suerte. No quiero saber nada de ninguna de estas cosas. Nada. Nada de nada. Únicamente desgracia. Únicamente injusticia. Únicamente horror. Y nada, nada, mil veces nada, ni nadie puede permitir que pasen cosas así.

Me siento mal, impresionadísimo, disgustado, muy, muy triste. Ser padre como lo soy, hace que ese dolor que me invade aunque sea desde la lejanía, aumente cada vez que vuelvo a recordar este horror. Y pienso en esos que como yo lo son y que hoy han perdido tanto. Que no lo han perdido todo pero casi. Y querría darles tanto ánimo.

Mi querido Pablo. Mi sobrino del alma. Quiérele cada día. Acuérdate a diario de aquel con el que hace poco reías. Imagina cada noche, que volvéis a hacerlo, que seguís bromeando. Siente que siempre estará a tu lado. Y por lo que mas quieras, cuídate. Cuídate mucho. No podría soportar que te pasara algo así. Te quiero demasiado.

Hoy no hay fotos, hoy no escribo más. Hoy únicamente hay pena, dolor y llanto. Hoy ha pasado algo que no tendría que haber ocurrido.

Y lo siento tanto......

16 de octubre de 2009

Cariñés, Coruñés y.........

Madriñés........

Al primero ya le conocéis, porque es un clásico en este blog. Pájaroadicto, animaladicto, madridista y rockero. Ahí es "na". ¿Su apelativo?. Por razones obvias. Nacido, criado, crecido, residente actual y que lo sea por muchos, muchos, muchos años, en esa estupenda localidad de la costa, pegada al Cabo Ortegal, llamada Cariño (probablemente sea el Cabo Ortegal el que esté pegado a Cariño y no al revés...). Algún día escribiremos de ella, sobre ella, sobre ese nombre tan bonito, que ilumina un pueblo. Sobre ese pueblo tan bonito que ilumina un nombre.

Al segundo también. Otro habitual de este espacio. También conocido por "el jefe". El guía de la manada. El hechicero de la tribu. Nacido, criado, crecido, residente actual y que lo sea por muchos, muchos, muchos años en esa preciosa ciudad que da nombre a la provincia que linda con Lugo. Trabajador incombustible. El principal valedor de la Estaca (y mira que muchos aspiramos a ello, a quererla más que nadie, a.....). La persona (en dura pugna por el cariñés pero con la ventaja de la edad) que más horas ha pasado en el observatorio. Que más marinas ha visto pasar desde ese septentrión ibérico.
Y nos queda el otro, el madriñés. El que os habla. El que os cuenta las historias. El que habla con el viento (había otro que bailaba con lobos, así que...). El que sueña con los págalos. ¿Madriñés? ¿De donde ha salido eso?. A mi me gusta pensar que viene de madrileño (que lo soy) y de mariñés (que también). De la Mariña lucense. Del Vicedo. Eu son dos de vinte e un (espero no haber pataleado demasiado esa santa lengua, o galego....). El aprendiz, el preguntón, el sonrisas, el bromitas, el........

Cariñés y Coruñés ojo avizor. La foto la hace Madriñes.....Tiene cojones pero no hay una foto de los tres.....



El Coruñés le puso el nombre al Madriñés. El Madriñés es el que a base de "dar la barrila" ha hecho que el Cariñés se quede con el Cariñés. El Cariñés le dice al Coruñés, que la capital de Coruña debía de ser Cariño y no la otra. Al Coruñés no le gusta el futbol. Al Cariñés el nordés (te..). Al Madriñés no le gusta estar solo (bueno, algunas veces si...). Al......

En la historia ha habido muchos tríos. Pepi, Luci y Bom. Zidane, Figo y Ronaldo. La Pinta, la Niña y la Santa María. El Parásito, el Rabero y el Pomarino (hoy no había skuas). Melchor, Gaspar y Baltasar. Saxon, AC/DC y las Girls Schools. Los tres cerditos. Crosby, Still y Nash (después vendría Young). Los angeles de Charlie. Pavarotti, Carreras y Domingo. El Madrid, el "aleti" y el Rayo (como antes....posteriormente llegó el Getafe...). En el fondo poca cosa....

Mira que muchos de estos son buenos. Sí. Lo son. Muy buenos. Pero.....me quedo con los de la historia. Me quedo con los de los pájaros. Y lo más cojonudo es que no son solo ellos, no. Ni mucho menos... También esta el Cees (también conocido como Mardelirés), el Ferrolés o Ferroterrés, el RíadeAvilés, el Castrourdialés, el Auladelmarés, el Omnipresentés, los Holandesés, el Tarragonés (también conocido por Fumetés...), el............. Menuda fauna.

12 de octubre de 2009

¡¡¡Peligro!!! ¡¡¡Turistas!!!

No es novedad ni soy el único. A veces puede parecer que no somos comprensivos e incluso algunas veces aunque no lo parezca lo somos mucho. Quién no ha estado de observación en cualquiera de los muchos puntos de nuestra costa, atento, super concentrado, contando sin un minuto que perder (ni siquiera para ese riquísimo cigarrito....que ya casi nunca disfruto...), ni para contar esta o aquella anécdota, en caso de estar acompañado y de repente, sin darse cuenta de que junto a él algo ha pasado. Alguien ha llegado. Sí, es él. Es el turista. Sin acritud, que todos en algún momento lo somos. Que todos llegamos a sitios que nos son desconocidos, que queremos ver y disfrutar. Y que queremos saber.....pero....

En el observatorio de Estaca, son muchas las cosas que ya me han pasado. Y no soy al que más. Ante el acoso "preguntil" de los turistas tenemos varias reacciones. La respuesta con monosílabos (e incluso monosílabo sin el plural.....que con uno basta...) después de un rato de haber recibido la pregunta, sin hacer ni un ruidito ni levantar la vista del telescopio, la pequeña charla expiclativa a grandes rasgos exhibiendo dotes de gran paciencia, la mirada seria contestando levemente a un saludo. La mirada simplemente. Nada...

Este verano, recibí una visita estando solo que se las trajo. Estaba en la hierba unos metros por debajo del observatorio. A Hevia y a mí, nos gusta sentarnos allí. No tanto a Toñete. Nos ponemos a cubierto del viento, a no ser que haga mucho calor. Llevaba un rato contando y aunque había habido trasiego turistil, por ahora no había sido acosado/preguntado.

De repente llegaron 5 o 6 personas y escuché que decían. "Mira ese de ahí abajo. ¿Qué estará haciendo?...". Hasta ahí bien. Sin novedad. Típico. Pero....continuaron.... "Está mirando los pájaros. Estará buscando la gaviota moñuda o la gaviota blanca.....". Sin duda un iluminado..... No pude evitar sonreir. ¡¡¡¡La famosa gaviota moñuda!!!. Joder, si la hubiera visto hubiera sido un notición ornitológico. Me habría hecho famoso. Ya veo los titulares..."Alfonso Valderas, también llamado El Madriñés descubre una nueva especie de ave y la localiza en los mapas". Todo el Comité de Rarezas corriendo hasta ese punto de la costa norte... Todos los locos pajareros, montando en sus coches acelerando....para no perdérsela. ¡¡La gaviota moñuda!! ¡¡Tela!!. Y lo mismo con la gaviota blanca. No está mal la gaviota blanca.....

Pero ahí no acabó la cosa. No contentos, continuaron con su charla... "Mira a ver si es un ornitólogo, mira y si sí lo es, te lo traes y nos lo hacemos para cenar....jajajajajaj". Yo flipaba. De nuevo la hilaridad (y vulgaridad...con cariño insisto....) habían conseguido hacerme sonreir, aunque lo cierto es que me tenían un tanto desconcentrado. Creían que no les oía pero lo hacía como si les tuvieran hablándome al oido. Cuando me quise dar cuenta, tenía a dos de ellos sentados a escasos centímetros de mí. Seguía mirando por el telescopio pero sentía su respiración a mi lado. Y cuando digo a escasos centímetros, es, a escasos centímetros. Nuestras piernas casi se tocaban. Ante mi indiferencia (como decía antes hay casos y casos, y eso lo sabe bién David, ese magnífico maestro introductor de niños al amor por las aves, que yo lo he visto en directo en Estaca) esta vez, se bajaron hasta la punta (a riesgo de caerse....) se pusieron a hacerse fotos, mientras daban alaridos, y yo creo que hasta las marinas pasaban más lejos por el ruido que hacían..y así estuvieron un buen rato. Vaya suerte la mía.

Después están los que no preguntan pero pasan doce veces por delante del telescopio. Para subir y para bajar. Y pensarán que estás haciendo fotos o filmando. ¡¡Madre mía!! ¡¡Como saldría la filmación....con carne de burro....!!. Esos fastidian. A mi me fastidian. Joden quería decir.



Aunque estemos dieciocho o trescientos como en esta foto, pasan por todo el medio...

Pero también hay de los otros. De los que quieren saber. De los que les "choca" saber que estamos haciendo. Que se preguntan si estamos filmando. Que te dicen si miras a este o aquel barco. De los que tienen alguna noción y preguntan si miras a las gaviotas, aunque en ese momento no haya ninguna y todo lo que veas sean aves marinas pero no de ese tipo. De los que, como te han pillado bien esta vez, te miran cariacontecidos cuando les hablas de pardelas, de págalos, de charranes. Palabras que no han oido en su vida. Animales que ni se imaginaban que existen.


Interesan y yo creo que hay algunos, los que llegan a casa y miran en las enciclopedias o en Internet esos nombres que les dijiste. Y suelen ser los menos ruidosos. Los más respetuosos. A los que se les ilumina algo la cara, bien sea porque les parece interesante lo que les cuentas, bien sea porque flipan de lo colgados que estamos algunos.

Pero bueno. Que yo con tal de estar por allí, me da igual verlos. Los aguanto. Supongo que alguna vez les habré fastidiado yo una foto por estar allí en medio.... Y a los págalos, como a mí, yo creo que tampoco les importa mucho. Así que....

8 de octubre de 2009

El gavilán de Vila de Bares

Ya os conté la tarde pagalera. La tarde de los pomarinos. Mi tarde.


Después de aquella hermosa experiencia, me dispuse a regresar a casa. Se había hecho casi de noche y como os relaté hace unos días, Ricardo había tenido que marcharse. Me había quedado solo y estuve contando, contando y contando todas las aves que pude y en especial los pomarinos. Había sido su tarde, la nuestra.


No tenía con quien volver y me encaminé como si fuera a regresar andando hacia casa. Pasé el faro de Estaca y allí dejé unos cuantos coches aparcados. Los coches de los turistas. Iba satisfecho. Feliz. Con mi mochililla y con el telescopio montado pero al hombro, disfrute mientras dejaba a mi derecha los "aguillons" de Ortegal, de la patría chica del Cariñés. La belleza del paisaje me transportaba hacia otros lugares y el recuerdo de los pomarinos me devolvía a la preciosa tarde disfrutada junto al observatorio.

Recordando viejos tiempos me dispuse a hacer "dedo", el famoso "auto-stop" de otras decadas. Era casi de noche y estaba demasiado lejos de casa. Al segundo coche, una pareja de turistas me recogieron y me llevaron hasta el cruce del desvio hacia el faro y el semáforo. Iban al Porto de Bares y por lo tanto, no seguían por mi camino. Después de despedirnos subí por la cuesta, mirando los campos y como una paisana recogía las cabras que tenía en el campo. Con el palo. Atiza que atiza y grita que grita. Finalmente y como no podía ser de otro modo, entraron en razón.


Ya en la Vila de Bares y junto a su iglesia, paré un momento después de hablar con un paisano que viéndome hacer dedo, me decía que "había que ver, como era la gente. Nadie se fiaba. Esa señora que acaba de pasar va para O Vicedo. Le habría llevado a usted a casa, pero...no ha parado". Un rato después y ya solo, algo llamó mi atención. Parecía que se iba a estrellar contra mí. Aquella ave se dirigía directamente hacia donde yo estaba y paso a escasos centímetros de mi cabeza. Me giré y ví como se posaba sobre un palo unos veinte metros más hacia ya. Parecía saludarme.


Junto a la iglesia de Vila de Bares. Allí, detrás de donde estoy, se posó el gavilán.

Durante un rato estuve observándole con mis prismáticos, gozando con su compañía. El posó amablemente y desde lejos y con un lenguaje especial, nos contamos algunas cosas, confraternizamos y nos hicimos amigos para siempre. Cuando ya le pareció suficiente, levantó el vuelo y se perdió tras unos árboles. Cuando ya creí haberlo perdido, dio media vuelta como si fuera a regresar, hizo un circulo en el aire, me miró y se marcho. Me pareció entenderle que decía que era el gavilán de la Vila de Bares. Y si no lo hizo, a mi me dio esa impresión.

Un rato más tarde y después del paso de dieciocho o veinte coches, una pareja paró su vehículo y me dejaron montarme. Iban hacia Viveiro con lo que nuestros caminos seguían ese mismo destino inmediato. Hablé con ellos y observé la Ría, pero pensaba en otra cosa. Pensaba en aquel saludo y sin verle y desde lejos, lo devolvía.

4 de octubre de 2009

Villoslada

Estamos acostumbrados a encontrarnos en este espacio historias o textos, llamémosles como queramos, que en un altísimo tanto por ciento, tratan sobre el mar, las aves marinas y mis rincones del alma del noroeste español.

Hoy las palabras y las aves son de secano. Pero no por ello inferiores. Ni las aves ni el paisaje. Diferentes sí. Con motivo de una reunión familiar, me desplacé a un pequeño pueblo de la provincia de Segovia que se llama Villoslada.


Llegamos temprano y con ganas de dar un paseo y ver como se presentaba la mañana. Digo llegamos, porque íbamos mis dos pajarillos (Marina y Martín), Ana y yo. Había visto en el mapa de carreteras que tengo, que a no mucha distancia del pueblo, había otro que se llamaba Laguna Rodrigo y que además, haciendo honor a su nombre, esta localidad tenía una pequeña laguna. Bueno, pensé, vamos a verla y echamos una ojeada a ver si hay algunos bichos.

El paseo fue muy agradable, aunque hacia algo de calor y el sol, poderoso como él solo, deslumbraba un tanto. Pero bonito. Diferente. Hay que saber apreciarlo todo. Es muy importante conseguir esto, sin comparar. Ya con Laguna Rodrígo delante de nuestros ojos (estaba a unos 3 o 4 kilómetros de Villoslada) vimos una estampa graciosa y curiosa. Una fila de perdices rojas cruzaban el camino por el que íbamos, en fila, ordenadamente. Todas estiraditas. Todavía un rato después, oteaba con los prismáticos a la derecha del camino, y seguía viéndolas una detrás de otra...sin salirse de la linea. Durante todo el recorrido, las cogujadas con su preciosa cresta y su bonito vuelo, nos anduvieron entreteniendo.
Por fin, llegamos a Laguna Rodrigo y nos pusimos a buscar la laguna. No aparecía por ningún lado. Apareció un paisano y le pregunté: "Oiga, en un mapa habíamos visto que este pueblo tenía una laguna, ¿ya no existe?". "Si, si. pero en verano se seca, para verla hay que venir en invierno". La verdad es que por un momento yo ya había caído en esto pero..... El paisano se despidió diciéndome "Pues oiga, si quiere usted ver la laguna, cómprese una casa y así podrá verla...". "Ya..."le contesté mientras me marchaba. Supongo que nos vio, jóvenes, guapos fuertes y con críos y dijo...repoblamos Laguna. Finalmente encontramos la laguna....

Ya de vuelta, y después de ver que en la laguna poco podríamos observar, un precioso milano real nos estuvo haciendo una estupenda exhibición por encima de nuestras cabezas. La verdad es que este bicho es una ave alucinante. Preciosa. Le saqué alguna fotillo pero en mi linea, no valen demasiado..
Ya a mediodía y con toda la familia, degustamos productos típicos del lugar. Y como estaban. Nos pusimos ciegos de cochinillo, de buen jamón, lomo, queso...y de postre brazo de gitano. Todo regado con buen tinto de Rueda y de la Ribera del Duero. Para rematar, ocho o veintiocho chupitos de licor de hierbas...
Ya parecía todo finiquitado. Pero nosotros cuatro nos quedábamos a dormir. A eso de las siete de la tarde decidimos darnos una vueltecilla por ahí y acertamos de pleno. Unos preciosos colores por todos los lados. La luz hacía que el espectáculo del atardecer fuese maravilloso. Por un lado el sol metiéndose por el horizonte. Por el otro la luna llena alzándose iluminándolo todo. Y como colofón, una bandada de 9 avutardas se levantó unos metros delante de nosotros, asustadas por una cosechadora. Preciosas, enormes, descomunales.
Nos fuimos a casa ya con la noche encima. Y soñamos con esos campos de secano. Con esos colores. Con la luna y con el sol. Y con las avutardas. Si, ya lo sé. No son págalos pero hay que verlas también. Y hay que quererlas....