22 de junio de 2010

Sin palabras

Así es como llevo una temporada. Sin palabras. Vacío. No se.

No existe una explicación. No pasa nada. Simplemente estoy yermo. Con varios proyectos en la cabeza. Pensando una y otra vez que no acudo a mi cita con las aves y las palabras pero... sin hacerlo.

Por lo que sea, no tengo muchas ganas de escribir y aunque se me ocurren cosas no acabo de ponerme. ¿Las aves?. Como siempre dentro de mí. Como siempre ahí. Pero....

Nunca me había pasado pero no pienso luchar contra ello. Lo mismo voy mañana y me lío a escribir de esto o de aquello pero ahora...no. Sin razón.

Espero volver pronto.

Estoy seguro de que si me cruzara con un pomarino (y espero hacerlo dentro de no mucho tiempo) me daría un abrazo. Y por supuesto, yo también a él.

14 de junio de 2010

Más de urracas

Ahí seguimos. Si. Con nuestra pequeña camada de urracas en el jardín del trabajo. Resisten. Hay que ver. A veces pensamos rápidamente en lo peor, en que será imposible que unos animalillos tan frágiles puedan sobrevivir en un ambiente tan hostil y ....

Ya vamos casi para dos semanas y la pareja de urracas "Garrigueñas" ahí están. Hemos pasado días de tensión, momentos en que no sabíamos nada de ellas, con gente contándonos que habían visto a los padres ahuyentando duramente a los mininos de la zona. Pero esos papis, son mucho papis. Impresionan de como se ponen. Impresiona ese graznido cerca de tí.

Uno de los días, debí internarme casi hasta donde estaban para conseguir descubrir si todo iba bien. Ya había perdido la esperanza cuando bajo el último arbusto los encontré. Y otras veces en que no los veía, eran sus padres quienes con su reacción de alguna manera me hacían saber que por allí estaban. Pero no. No nos quedábamos tranquilos hasta que veíamos a los dos. No queremos bajas.

Hablo siempre en plural, porque aunque ya son varias las personas que saben de la existencia de nuestras amigas, especialmente dos de ellas (Alicia e Ignacio) son mis compañeros de confidencias. Somos 5 los papas. Las dos urracas, mis dos compañeros y yo. Y los 5 sufrimos.

Cría de urraca

Los "muchachos"cada día están mejor. Más crecidos. Más fuertes. Ya les he visto un par de veces ejercitando sus alas. Preparándolas para salir ahí fuera. A la vida. Me temo que a peligros mucho mayores que los del patio jardín.


Nuestros pequeños. Las pequeñas urracas.

No son todas. Me temo que pronto tendremos más trabajo. Hoy he estado viendo a otra pareja de estas aves llevando trozos de cesped y palitos a un ciprés cercano. Me temo que pronto tendremos más bebés.....

Yo creo que los págalos estarían orgullosos de nosotros si nos vieran cuidarles. Si vieran y supieran lo que pensamos en ellos, lo que sufrimos con y por ellos. Aunque no lo sepan (ni los págalos ni las urracas).

8 de junio de 2010

Urracas

"Pegas" las llaman en O Vicedo. Esas oportunistas.

Hace un par de días, recibí un correo de unos compañeros de Garrigues en el que me avisaban de que había un pajarillo desvalido en el patio jardín del trabajo. Ya os conté hace no mucho, las peripecias que tuve con el anterior aviso, en el que una lavandera blanca se había colado en el atrio del edificio que ocupamos en Madrid y el trabajo que costó que el "bicho" saliera, después de mucho rato intentando atravesar cristales (tema éste complicado).


Llegaba de comer en casa de mis padres, bajo un calor sofocante y antes de subir a mi puesto de trabajo, me acerqué a ver que es lo que había. Antes de llegar a la zona ya vi gente mirando al suelo, haciendo corrillo y esas cosas. Llegué y el panorama que me encontré fue un pequeño "volantón" de urraca allí aturdido en las escaleras. Al parecer ya debía de llevar casi un día por allí y no tenía buena pinta. Estaba como muy tirado, parado, aturdido, con poca vida. Me dio mucha pena.


No sabía muy bien que hacer, así que lo cogí y lo quité de allí en medio. Al parecer, habían intentando darle agua y algo de comer (pan) y el líquido al menos lo había probado. Intenté buscar algún sitio sobre un árbol donde dejarle y que sus padres, que por allí andaban todo azarados, yendo y viniendo, pudieran intentar sacarlo adelante. Feo asunto.

Tal y como os he contado, lo dejé sobre una rama y estuve como media hora esperando a ver si sus padres lo encontraban. Aparentaban que no era así, hasta que al final, uno de ellos se posó en una rama cercana para a continuación volver a la atalaya desde donde vigilaban la escena. A última hora de la tarde de ayer, pasé por la zona y allí seguía el pajarillo.



Esta mañana llegué temprano al trabajo, como a las 8 y cuarto. Lo primero, claro, ir a echar una ojeada. Cuando llego a la zona me encuentro al animalillo justo donde lo había recogido el día anterior, en la escalera. Pensé, "que querencia tienes tú por esta escalera, ¡¡carajo!!" y me acerqué hacia él para recogerlo y de nuevo buscarle cobijo. Pero esta vez no esperó. Esta vez tenía mucha más movilidad y en cuanto hice ademán de acercarme, pegó un saltito y se refugió bajo la enredadera que cubre el suelo de esa zona del jardín. Buen sitio pensé. Y buena movilidad. Oí a su madre protestar desde lo alto y note movimiento en el arbusto que había detrás de mí. "El padre" pensé, pero no. Mi sorpresa fue grande cuando vi que allí había otro "volantón" como el anterior. "Coño...., gemelos...." pensé.

A media tarde de hoy, me he vuelto a acercar y allí estaban los padres nerviosos y los pequeños bien escondidos. Eso sí, les oía moverse por la "espesura". Dicen que hoy baja bastante la temperatura en Madrid e incluso ha llovido un poco. Supongo que les vendrá mejor que esos más de 30 grados que estábamos sufriendo.

Aún les queda un problema y es que tenemos un par de felinos que pululan por la zona. Esperemos que sepan mantenerse escondiditos y que no hagan mucho ruido. Esperemos.


Ya veremos que pasa.


No quiero ni pensar si lo encontrado hubiera sido un pequeño pagalito. Lo tendría en mi regazo, lo acunaría y lo cubriría de besos. Pero mejor que no sea así y que sea su mamá (como lo hizo la mía conmigo) la que se ocupe de él.

3 de junio de 2010

Si los págalos vieran la tele...

....o leyeran los periódicos, se llevarían las manos (perdón, las alas) a la cabeza.

Muertos por explosiones, violencia de género (mujeres muriendo a diario), muertes por atentados, niños muriendo de hambre y enfermedades controlables en todo el mundo, gente matándose en todos los continentes. Y la tierra, nuestro planeta azul.....incendios en miles de hectáreas, vertidos de todo tipo en cualquier sitio, fuel inundando el golfo de México, desertización, deshielo, agujeros en la atmósfera, desaparición de especies animales y vegetales.

Si los págalos vieran la tele o leyeran los periódicos no se extrañarían. También nos sufren. Nos conocen. Yo no quiero que sufran más. Que no los lean y que no vean la tele. Que bastante tienen.

Que sigan pasando, inocentes, frente a Estaca de Bares. Maravillándose al ver la isla Coelleira y dando requiebros sobre el Mar de las Pardelas. Y yo, tirándoles besos.