30 de mayo de 2010

Miles de pomarinos

"Apunta otros 652 pomarinos más" dijo Cariñés.
"Apuntados....tus 652 y otros 456 que vienen justo en la linea del mar, en el horizonte..." contestó Toñete.
Menuda tarde llevábamos. Como siempre apostados en el observatorio de Estaca, allí estábamos Ricardo Hevia, Toño Sandoval y yo, ojo avizor a todo lo que pasaba. Contándolo todo y deleitándonos no solo con los números y si, especialmente con las preciosas observaciones.

Alcé la voz y canté..."otros 156 pomarinos más...¡¡esperad!! ¡¡esperad!! 156 pomarinos y 1 parásito..."
"Tomo nota" dijo Toño y al momento marcó los números en su libreta. En una de sus muchas libretas llenas de números que debe de tener por casa...
"Son 157 y el parásito" corrigió Ricardo. Menudo ojo que tiene...
"Joder, se me ha escapado uno....está bien...".

Y allí seguíamos. Contando y contando. Hablándonos y riéndonos de esto y de aquello.

"¿Cuántos llevamos? pregunté.
"Más de 14.000" respondió Coruñés."Pues si que está siendo buena la tarde.... más de 14.000 pomarinos y 1 parásito...."
Entonces fue cuando sonó el despertador. "Lungo", lo que quiere decir... lunes chungo y a currar...

Todavía en el último momento me pareció ver pasar un último pomarino. Por si acaso, mientras me ponía la camisa me acerqué a la ventana de mi casa en la calle Infantas y vi a los vencejos sobre volando mientras entonaban su canciocilla veraniega, los cielos de Madrid. Había sido un sueño (se veía venir....) pero fue bonito. Muchos pomarinos y buena compañía. ¡¡¡Qué más se puede pedir!!!
Este pomarino, se parecía al último que vi.....

26 de mayo de 2010

Dos nuevos amigos

Desde las gélidas aguas del lejano norte y desde que se había despedido de los suyos ya habían pasado varias semanas. En su camino, se había detenido en unos cuantos puertos y en no pocas playas. Al llegar y aunque sentía algo de recelo, ya que no se fiaba mucho ni de nada ni de nadie de acuerdo con las enseñanzas que había recibido desde bien pequeñito, tuvo muchas ganas de salir del agua y "arrastrarse" un rato por la arena de aquella playa.
Antes de hacerlo, todavía dio un par de vueltas desde el principio hasta el final de la misma para asegurarse de que no había ningún peligro cercano. Lo hizo despacio, gozando mientras se sumergía intentando aprovechar el paso de algún incauto pececillo y también cuando salía a la superficie y el sol acariciaba su piel. Aquel era un sitio realmente bonito, pensó. "Muy bonito".

"¿Dónde estaré?" se pregunto a si mismo. ¿Habré llegado por fin?.... Bueno, se está tan bien aquí que.... Mecido por una leve brisa y al mismo tiempo, muy, muy, muy calentito por el sol se quedó dormido. Se descuidó por un momento y ...... Se durmió.

No sabía cuanto tiempo había pasado cuando volvió a abrir sus ojitos. Entonces lo vio allí, no demasiado lejos de él. Llevaba un extraño aparato que se ponía delante de su cara y le sonreía. Sin duda se trataba de un humano. Los había visto en los puertos, también en los barcos y sobre todo, recordaba como le había hablado un día su padre. "No te acerques nunca a ellos, son peligrosos...".

Tan rápido como pudo, se encaminó hacia la orilla intentando huir pero la marea había bajado y estaba un poco lejos. Estaba muy agitado y nervioso. ¡¡Cómo había podido cometer aquel error!!. Ni más ni menos, se había quedado dormido y podía costarle muy caro.
Ya tenía a aquel humano a su lado cuando le oyó hablar. "Joder, que bicho más guapo. Que foca más bonita. Y es un macho..... Voy a sacarle unas cuantas fotos más...."
El miedo seguía atenazando a la foca y seguía avanzando tan rápido como podía hacia el mar, hacia su salvación. El humano no solo se le acercaba más y más si no que además se dirigió a ella. "Oye, foca, ¿que haces tu aquí?. No, no eres la primera que veo, ni es la primera que me entero de visitas de congéneres tuyos a la costa española pero...".
"Hum.... la costa española.." pensó la foquita. "Realmente estoy cerca de mi destino. Lo mismo estoy en él. No pierdo nada...".y se decidió a hablar con el humano.
"Hola" le dijo. "Vengo de las islas Svalbard. Allí unos págalos me hablaron de Estaca de Bares y de la costa de Lugo. De un pequeño pueblo llamado Vicedo. De una isla en la boca de una preciosa Ría, que se llama Coelleira. Fue tan bonito lo que me contaron que decidí venir a conocerlo. ¿No he visto la isla pero..es esto lo que busco?" preguntó.
"No, le contestó el humano. Estás en la playa de Oriñón en Cantabria. En Castro Urdiales... Y sí, esa zona de la que hablas la conozco y es muy bonita, pero esta no lo es menos ¡¡eh!!!."
"Y ¿queda muy lejos de aquí?...
"No demasiado. Seguro que en no muchos días, podrías estar allí...... Pero...antes de irte, ¿podrías posar para mí, podrías dejar que te hiciera una buena foto, un primer plano?.
"Claro, como no" contestó la foca. "Te has portado muy bien conmigo y he de reconocer que al principio recelaba mucho...".
Cuando ya se marchaba aquel animal se dio la vuelta y le pregunto "Por cierto ¿cómo te llamas?. El hombre con una gran sonrisa en su rostro le contestó "Jesús.... y ¿tu?..."
"Las focas no tenemos nombres, no nos los ponemos, no los necesitamos...nos conocemos mirándonos, oliéndonos, sintiéndonos....". "Claro, dijo Jesús....me alegro de haberte conocido y de que me hayas dejado este bonito recuerdo en forma de foto y de rato compartido".
La foca se introdujo en el mar y se dirigió hacia donde Jesús le había indicado. Le había prometido que algún día volvería por Castro y que pasarían otros momentos juntos.
Unos días después la foca y los págalos que le habían hablado de aquella tierra en la cornisa cantábrica se reencontraron frente a la Coelleira. "Teníais razón págalos....esto es precioso.....como Castro.......por cierto..¿conocéis Castro......?
(*) Las dos preciosas fotos de la foca son de Jesús Menéndez, uno de los protagonistas de la historia. La historia real, la de verdad, la que le ocurrió a Jesús podéis leerla en su estupendo blog:
Gracias Jesús.

21 de mayo de 2010

¡Salta! ¡Salta!

"Vamos, hazlo, ¡salta! ¡corre! ¡huye!...."
Y de poco les servía. Si no eran unos animales eran otros. Los cangrejos de la playa, las aves, grandes y pequeñas, montones de peligros.
Las oí de nuevo. "Corre, ¡¡salta!!¡¡salta! que vienen que nos cogen....".
Llegaban los vuelvepiedras y se las zampaban. Ya se habían comido entre 5 de estas pequeñas aves en la playa de O Vicedo a toda la familia, incluidos primos, tíos, novias, etc..... A todos. No habían dejado ni uno. Bueno...si... Dos. A ellas dos que seguían huyendo.

Pero aquella playa para esas pequeñas pulgas marinas era como un inmenso desierto. Como la mayor de estas superficies. Y cada vez llegaban más aves a por ellas. Las gaviotas se habían fijado en el revuelo y con ellas los gaviones de la playa. Se acercaban. Por si fuera poco.
Seguían huyendo. Corriendo sin parar. Dando grandes saltos, o al menos a ellas se lo parecía, intentando escapar. Pero el peligro estaba cada vez más cerca y su destino (real y final) apuntaba incierto.

Aquellos saltos, además no estaban bien dirigidos. Gran impulso, pero sin dirección clara. Caída, choque y bastante tiempo hasta que lograban apoyarse bien para el siguiente salto. En aquella maraña de "dunas" de la zona de arena seca de la playa.

"Corre, ¡¡sal......!!...

Y ya no se oyó más. Ni se vio nada. Todo volvió a la calma. Únicamente vi al vuelvepiedras mientras se marchaba para descansar sobre el chalano gris.


A los págalos no les gustan las pulgas, ni creo que las hayan probado. Son tan pequeñas, que aquellas aves que las comen, directamente las tragan y a digerirlas. No habría opción a que fueran expulsadas para su aprovechamiento por estos piratas marinos. Aun así, si las probaran, yo creo que no les gustarían.

16 de mayo de 2010

La frontera

De toda la vida llevaban observándose. Supuestamente y según les habían contado a cada una de ellas, tenían un sitio por el que podían moverse, jugar y disfrutar pero también había una frontera que no podían pasar. A ambas les gustaba desplazarse de un lado a otro. Saltar con los delfines, saltar entre los delfines y que estos saltarán sobre sus crestas. Jugar con las aves marinas y con los peces.
La supuesta "zona atlántica"

Muchas veces se habían visto. Se miraban sin acercarse demasiado y volvían sobre sus pasos. La una de Estaca hacia el Oeste y la otra desde Estaca hacia el Este. A la primera le gustaban los acantilados del Picón y las playas coruñesas y sin embargo a la segunda, lo que adoraba eran la isla Coelleira y las playas de Lugo, las playas del Vicedo.

Aquel día fueron más lejos que nunca y allí debajo del Estaquín se observaron durante un rato y por fin se comunicaron.
-Buenas, yo soy una ola atlántica. Hace muchos días que te observo y la verdad, tenía mucha curiosidad por hablar contigo, por preguntarte...¿cómo es el Cantábrico?. A mi no me dejan entrar. Dicen que es diferente, que más allá de Estaca de Bares son sus dominios y que no se me ocurra internarme, que podría no volver.
-Es muy bonito. No sabría como decirte. ¿Y...el Atlántico....? ¿cómo es?.
- Es grande y parece que no tiene fin. Tiene unos hermosos fondos y millones de criaturas viven en él.
- Si, en el Cantábrico también es muy grande, yo nunca llegué a su final y también hay todo eso....


La zona llamada "cantábrica"

En no demasiado tiempo se dieron cuenta de que se caían simpáticas y que la otra ola, la diferente a cada una, no tenía nada que ver con lo que les habían contado. Con sus diferencias. Con lo terroríficas que eran. Se hicieron amigas.

-¿Tu crees que podría darme una vuelta por la zona atlántica?, preguntó la ola cantábrica.
- Pues claro. Ahora no hay nadie, no nos ve nadie y nadie podrá echarnos la bronca.
Así que se decidieron y la ola cantábrica se introdujo en el Atlántico y posteriormente lo hicieron al revés. Se pasaron toda la tarde jugando juntas y disfrutando como nunca. Cruzando una y otra vez aquella frontera impuesta.
- ¿Porqué habrá tanto rollo con que si es Atlántico o Cantábrico?. A mi me parece que es lo mismo. Que cada sitio es diferente pero que ninguno es mejor ni peor.
- Si. Yo también lo pienso.....
- Bueno, me voy a casa. Mañana, si quieres no vemos.
- Si, mañana nos vemos......

El pomarino, que había pasado toda la tarde observándolas, se sonrió para sus adentros. Tenían razón aquellas dos olas. Parecía ridículo pensar que por pasar de una punta, el mar o la tierra eran mejor o peor o simplemente diferentes. El págalo también pensaban que eran iguales y así le gustaba que fuera.


12 de mayo de 2010

Hoy los págalos son del atleti

Aunque muchos de ellos vengan de las islas británicas o al menos pasen por ellas y pudiera pensarse que irían con el rival del equipo madrileño, los londinenses del Fulham, ellos van con el Atlético de Madrid fijo.


Ya el año pasado, mientras estaba uno de esos maravillosos días de verano, contando todo lo que se movía o pasaba me pareció ver a unos pomarinos con la camiseta rojiblanca. Uno se pasa el día intentando afinar para ver si son claros u oscuros, para conseguir saber si ese que parecía más oscuro en realidad es un joven o si ni siquiera son pomarinos y lo que pasa es que son parásitos o incluso raberos, ya lo único que me faltaba es que llevaran una camiseta enfundada.... Sea rojiblanca o del color que sea.

Seguro que no todos son del equipo colchonero y que habrá del Barça, del Madrid, del Athletic Club o del Deportivo de la Coruña (y de los demás y de los demás...que nadie se pique...) incluso del Racing del Ferrol, al que llevo en mi corazoncito además de al C.D. Lugo y a la U.D. Folgueiro, el equpo del Vicedo, pero a mí me da que hoy son del equipo madrileño.

Los rojiblancos son de una casta especial. Yo creo, que muy muy muy dentro de mí tengo algo de atlético. Es más, me hubiera gustado ser colchonero pero.....uno es de lo que es y no puede obligarse a otra cosa. Y yo soy del Madrid.
Volviendo a los págalos. Aquellos que vi con la camiseta, para no variar también eran preciosos. En lugar de atacar gaviotas o charranes, justo cuando se iban me saludaron y me dijeron...¡¡Aupa Atleti!!. Les miré como quien mira a Scarlett Johansson después de que esta le haya dicho ¡¡Guapo!! y como comprendiéndome me dijeron que les daba un pálpito de que el Atlético de Madrid jugaría una final europea ese año. De nuevo les miré y ya no era Scarlett la que me llamaba guapo, eran Scarlett, Angelina, Penélope y Megan Fox diciéndomelo a la vez...... Mi cara...un poema... En fin....


Hoy los págalos son del atleti y yo también. Suerte.

9 de mayo de 2010

El peor animal

Estaban todos reunidos junto en las rocas de la isla situada en la boca de la ría. Unos preguntaban otros sobre cuál era el animal más destructivo sobre la tierra (y el mar). El más peligroso, el mas cruel, el que parecía tener menores sentimientos.

La pardela cenicienta defendía que era el tiburón blanco. Decía que tenía parientes en los mares del sur que habían muerto en esas enormes fauces. Casi sin darse cuenta, mientras dormían, cuando descansaban sobre cualquier ola, de repente....


El págalo grande decía que no. Que eran mucho peores las orcas. El las había visto mientras jugaban con un cadáver de foca, lanzándolo por los aires, después de haber segado su vida. De haber acabado con ella y con varios ejemplares más de su colonia.
Las gaviotas y los limícolas pequeños opinaban que para ellos eran mucho peores esos perros que andan sueltos por muchas playas. Qué persiguen cualquier cosa que se mueva y que atacan sin titubear.
Después de oír todas estas cosas, unas aves hablaban con las otras. Discutían sobre quién tenía razón. Sobre si efectivamente, el tiburón era peor que las orcas o si pasaban más miedo cuando alguno de esos enormes perros los perseguían en alguna playa.
Entonces el viejo paíño con ya muchos años de vida, dio un pequeño salto y se encaramó en una gran roca que dominaba toda la zona.

- No tenéis ni idea, les dijo. El peor animal sobre este mundo son los humanos. Ellos lo dominan todo. Ellos nos dejan sin comida. Provocan los vertidos de petróleo al hundirse esos enormes barcos o al perder el control sobre esas torres desde donde extraen el crudo. Acaban con los peces, provocan que muchas de nosotras nos enganchemos en sus redes, llenan el mar de porquería, colocan aerogeneradores según ellos para conseguir "energía limpia", acaban con las costas construyendo por todos los lados, se creen que todo es suyo y nada queda para los demás. Y todavía, si les da por ahí, se ponen a dispararnos y nos matan. Si no a nosotras las marinas si a otras aves terrestres. Sin duda son los peores....sentenció...


Se hizo un gran silencio y ya no hubo ni la más mínima discusión. Ni el tiburón, ni las orcas, ni los perros. Sin duda el animal más cruel, terrible y destructivo sobre este mundo eran los hombres. Sí.
Los primeros que levantaron el vuelo fueron los pomarinos. Ellos conocían a algunos hombres buenos (que de todo hay...) pero sabían que no debían fiarse de ninguno.......

4 de mayo de 2010

Vacío

Sin duda una de las peores sensaciones que uno puede sentir. Vacío, soledad, pena, más pena, ausencias. A mí al menos me pasa.

La vida es difícil. Sin duda maravillosa pero difícil y dura. Lo es, mirándolo como algo a lo largo, pensando en ella desde el nacimiento hasta la muerte, y mucho más cuando te falta gente.
Pedro, Antonio, Vanto, Guillermo y Alex (La foto es de Valentín pero si el está en ella, lo mismo la hice yo.....)

Me falta Pedro Manuel. No está Casero, Sero, el "pías". Un año hace hoy desde que se terminaron sus días y son muchas (muchas) las veces que me he acordado de él, que he pensado en él, que he revivido momentos juntos. Muchos momentos juntos. Grandes momentos. Una familia desolada que todavía no entiende nada. Muchos amigos hundidos con algún sentimiento de culpabilidad irreal. Un hijo que no lo sabe todo y quién sabe si lo sabrá nunca.

Siento tanto tu pérdida, amigo.

Como decía, la vida es difícil. Perra muchas veces. También, sí, maravillosa. Algo inigualable. Pero volviendo a lo malo, te endurece a base de golpes. Te endurece, que no te cura.

Yo nunca recuperaré a mi hermano. A Evelio. Nunca. Al mismo tiempo, se que nunca le perderé y que siempre estará conmigo, como lo está cada noche cuando nos despedimos antes de dormir o cuando veo, no ya un págalo sino cualquier ave marina. Cuando miró al mar o cuando siento el viento en mi cara. Cuando pienso en la Coelleira o simplemente cuando recuerdo uno de los muchos momentos que pasamos juntos. Y no dejaré de llorarle. Nunca. Ni quiero. No.

Sin olvidarles nunca, queda mucha gente. Mucha familia, muchos amigos, muchos buenos y malos momentos. Muchos recuerdos.

Y muchos págalos........



1 de mayo de 2010

¿Somos diferentes?

Casi toda su corta vida había vagado sola y hacia tiempo que tenía ganas de encontrar a alguien con quién pasar las horas, con quién viajar, con quién pescar en los amaneceres y atardeceres y también por qué no, tener descendencia.

Pero lo cierto es que no conocía a nadie. A veces tenía incluso la sensación de ser muda. Sí, claro que se había cruzado con otras aves marinas, incluso con algunas que le parecía que eran con ella. Pero nunca había cruzado más de 4 palabras con ninguna.

Allí venía una. Lo intentaría con ella. Era blanca. Si ella podía ser.

- Hola.... Perdona... Me llamo "Tris",
- Hola.....
El alcatraz era parco en palabras. No era, digamos, un gran conversador....
- ¿Ti....ti.....tienes novia?.
- No. Ni quiero tenerla. Pero si quisiera, buscaría una de mi especie no como tu.....
- ¿No....no..?...¿no soy de tu especie?. ¿Qué soy yo entonces, soy blanca no?...- Si eres blanca. Pero no eres de mi especie....y el alcatraz se marchó entre risotadas.

No soy como él....pensaba aquella pobre solitaria. No soy como él...... ¿Qué soy yo, que soy yo?...

Dos días más tarde y después de varios intentos, cuando vio aparecer a aquella gaviota polar se dijo...."ésta es la mía, yo creo que debe ser como yo y es bien guapo....".

- Hola. Me llamo "Tris". Ya tenía ganas de encontrarme alguien como yo, alguien de mi especie, alguien como tú. Últimamente no me he encontrado a nadie de los nuestros....
- Jajajajajajaj, pero que estás diciendo....¿Yo de tu especie, yo de los tuyos?. ¿En qué nos parecemos.....?....no me hagas reír....y riéndose se marchó.....

Estaba muy triste. Se miraba a si misma reflejada en la luz que proyectaba la luna sobre el agua del mar. Y se veía sola. Como siempre.

Unos días después las vio acercarse. Volaban sin hacer ruido. Planeando sobre las olas. Hacían grandes círculos aunque por un momento pudiera parecerte que estaban yendo en una dirección fija. Las miró por un momento pero al instante volvió a bajar la vista. Cuando pensaba que hacía rato que se habían ido oyó que le decían:
- Hola....¿como te llamas?.
- A ti que te importa....¿tu también quieres reírte de mí?. ¿También quieres burlarte cuando te diga que no sé lo que soy o si soy de tu especie o de aquella otra....?. No, pero a ti no te lo diré, no. No nos parecemos en nada. Tus plumas son pardas. No. No nos parecemos. ¡¡Déjame!!
- No me podría reír de ti por eso, porque somos de la misma especie. Ambos somos pardelas cenicientas.

- Ja, ja, ja. Ahora soy yo quién se ríe...dijo con sorna y a la vez con muy mala cara "Tris". ¡¡Déjame!!.

Aquella hermosa pardela cenicienta estaba a punto de marcharse. No entendía nada. Pero lo intentó de nuevo...

- No eres la primera pardela cenicienta albina que veo. No es frecuente pero no eres la primera. Recuerdo que una vez, frente a los acantilados de Estaca de Bares vi otra. Una pardela como todas las demás pero con las plumas blancas o casi blancas al menos,, sin ninguna diferencia más, ni mejor ni peor..pero bueno, haremos lo que quieras, te dejaré ahí con tu soledad y yo seguiré mi camino....

Ya casi estaba perdiéndola de vista cuando "Tris" levantó el vuelo y salio a toda prisa tras ella. Si se daba prisa todavía estaría a tiempo....de ser feliz....

Los pomarinos la vieron pasar y la miraron extrañados. ¿Una pardela cenicienta blanca...?. ¿Y que más daba...? En realidad era como las demás.....así que...¡¡¡¡a por ella!!!!!

No he encontrado fotos de pardelas cenicienas albinas así que tendremos que conformarnos con esta.......