Me decía que si yo sabía si las aves tenían Navidad. Si se reunían en familia para cenar. Si también los Reyes Magos les dejaban regalos... Miré a mi pequeña avecilla (bueno, no tan pequeña ya) y me enternecí.
"No hija. No tienen Reyes Magos, ni Navidad. En todo caso su Navidad es tener la suerte de que los humanos no salgan esos días a vaciar el mar de peces. Esa suerte que es no poder enredarse en sus redes y así no morir. No embadurnar sus preciosas plumas con los vertidos de algún sentinazo y de nuevo, no morir".
"¿Y los págalos tampoco?", preguntó. "Esos págalos que tú tanto quieres, de los que escribes siempre que puedes, a los que mencionas siempre".. ¿tampoco ellos?. "Tampoco ellos,mi amor". "¡¡Qué pena!!", continuó. "Voy a escribir a los Reyes Magos. Ellos siempre llegan a todos los sitios. ¿Por qué no van a llegar también donde ellas viven?. "Los Reyes Magos son cosas de humanos, cariño mío". El mejor regalo que puedes hacerles, es cuidar lo que te rodea. Cuidar la naturaleza. Saber que acabando con ella, destrozándolo todo, lo único que conseguiremos sera perder. Nosotros y ellas. Y al final nos quedaremos solos y creo que todavía más al final no quedará nada. Nada. Y eso es lo que hay que evitar. Y contárselo a todo el mundo. Que todas las personas lo sepan y se den cuenta de ello".
Me miró con esos preciosos ojos suyos y se fue a jugar. Creo que me entendió y si no en esta será en la siguiente. Que por ellos o los suyos no habrá problemas. Pero necesitamos ser muchos más.
No puedo imaginar un mundo sin págalos. No lo puedo imaginar sin cualquier ave, cualquier ser vivo, incluidos los humanos. Pero sin págalos......
26 de diciembre de 2009
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que bonito....
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