Si señor. Todo el día que si Vicedo para arriba, que si Vicedo para abajo. Que si los pájaros de la Estaca. Que si hay aves de estas en aquella playa o en la otra. Galicia, Vicedo, Estaca, marinas, Estaca, Vicedo, Galicia....
Y como decía al principio, tengo otro pueblo. Es lo que tenemos los que no hemos nacido en ninguno de ellos. Tenemos uno, incluso dos o diría más....los que nos de la gana. Pero eso tampoco es exclusivo de los "sin pueblo". Digo yo, que al que le de la gana, tiene más de un pueblo, o de cinco o de quinientos.
Pues bien. En Asturias, "casualmente" de nuevo al norte, tengo otro pueblo. Pueblo que hace hervir la sangre. Pueblo conocido tarde. Pero que siempre llevé dentro.
Y pueblo de pájaros, como no podía ser de otro modo. Aves de montaña, aves boscosas, aves de ribera de río.
Lleno de buena gente. Lleno de árboles centenarios. De "cortines" para proteger la miel de los osos. Rodeado de altas montañas. Fresco. Salvaje. De hermosos caminos por los que perderte sólo. Con tus pensamientos. Con el sonido del viento llevándote de un sitio a otro. Con el vuelo del ratonero que lanza su grito al aire. Con los "graznidos" de los arrendajos, los reyes de la arboleda. Y abajo, oyéndose, el rumor del río. Las aguas frescas bajando de las montañas.
Besullo. Mi querido terruño asturiano. En breve volveré a ti y volveré a hablar de ti.
Buenas noches, Alfonso.
ResponderEliminarCelebrando el cumpleaños de tu sobrina (de la mía) me han comentado que escribías y publicabas aquí.
Ya te tengo localizado, así que te seguiré con mucho interés.
Un saludo.
G.
Hola Gabi,
ResponderEliminarMe alegro. Espero no aburrirte demasiado cuando te acerques por este espacio.
Un abrazo