16 de noviembre de 2010

Charranes del Vidreiro

En realidad no se si eran de allí pero parecían tener querencia por el lugar, gustarles recorrer la blanca playa de un lado a otro y de vuelta a empezar, acercarse hasta la bocana del puerto de Vicedo.

Se trataba de charranes comunes. Probablemente cansados de resistir las duras inclemencias sufridas en mar abierto en su migración hacia el sur, habían decidido entrar en la ría vicedana para descansar un rato, para alimentarse. Lo mismo para saludarme.

Como decía, iban y venían. Marchaban hacia el fondo, hacia las rocas ya cerca del faro del Caolín y volvían de nuevo. Los padres delante, intentando pescar y los hijos detrás, pidiendo, pidiendo y pidiendo. Diciéndoles que tienen mucha hambre. Y haciendo sus primeros pinitos zambuyéndose con elegancia desde gran altura. Fallando y fallando. Para volverlo a intentar.


Así estuve con ellas al menos 15 minutos hasta que decidieron alargar sus recorridos hasta aquella zona de detrás de las lanchas del puerto, ya casi en Moledos. Por allí se quedaron un buen rato, ante la atenta mirada de los cormoranes.

Siempre es una alegría ver a los charranes por el puerto aunque generalmente suele ser a mediados de agosto y normalmente son charranes patinegros. Una alegría que una aves u otras disfruten como yo, visitando la costa de Lugo.
Sin duda, si hubiera habido págalos en la ría, hubieran elegido las rocas donde suelen reposar los cormoranes. Y hubieran disfrutado del espectáculo. Y yo con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario