No hay quien me domine. De ningún modo. Campeo a placer y voy allá donde quiero. Siempre. Sea día o noche. Más al norte o más al sur.
Nada me supone más placer que pasearme por la playa de Arealonga. Empezar desde la zona de Moledos y llegar hasta Pena Furada. Jugueteando con las conchas que hay por todos lados. Empujando a las olas. Una tras otra, y después otra más. Deshaciendo las ondas de la arena seca, donde en algunas fechas no llega el mar. O secando la mojada hasta que vuelva la pleamar. Subo entre los pinos y vuelvo a bajar.
Cuando me canso cruzo la Ría. Y cuando estoy allí en medio, viendo al fondo el mar abierto, me siento el dueño de todo. Y mire hacia donde mire, nada me impide hacer lo que quiero. Qué quiero irme a Vilela. Para allá que me voy. Qué me apetece echar una ojeada por O Vidreiro, en un santiamén allí estoy. Entonces me freno y los árboles que están sobre las rocas respiran aliviados de tanto vaivén. Me dicen que me calme, que les deje descansar.
Y vuelta a empezar. Bordeo toda la costa de Lugo. La costa de Lugo de la Ría, hasta que veo la Coelleira. Mi querida Coelleira. Entonces juego al corro. Al corro de la patata con las gaviotas y los charranes. Y giran y giran sin parar. Riéndose, gozando. Como yo. "Allí van", "Allí". Otra vuelta, y otra... Y creen que voy a dar otra más cuando de repente....no voy. Me voy a Xilloi. Me siento sobre las rocas de los cormoranes haciéndome un sitio entre ellos. Veo a las gaviotas y a los charranes y ellos me miran. Al contrario que los árboles, me dicen que siga. Qué quieren jugar.
Salgo hacia fuera sobrepasando el Mar de las Pardelas. Con las pardelas no juego. Con ellas bailo. Suelto y agarrado. Nadie baila mejor que ellas. Pero yo marco el ritmo. Siempre yo.
Cubro de nubes la Estaca. Y lo inundo todo de espuma. Espuma blanca sobre el mar. Espuma blanca levántandose hacia el cielo. Continuo con las nubes, las hago entrar en la Ría y las empujo hacia las montañas. Se apelotonan y las empujo todavía más. O las hago chocar. Me gusta el cielo gris. Me gusta el verde del mar. Y también el sol, llenándolo todo con su luz. Y vuelta a empezar.
"¡Mira!" "¡Mira!......¡un págalo!". "¡¡Voy a por él..!! ¡¡Dónde se cree que irá...!!
26 de febrero de 2010
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