29 de septiembre de 2009

El mejor regalo

Nunca sabes que puede depararte una tarde en Estaca. Siempre vas con toda la ilusión, y aunque en muchas ocasiones dependa de hacia donde sople el viento, allí dentro, en lo más recondito de tu ser, esperas algo. Siempre (o casi siempre) disfrutas. En mi caso al menos, es raro el día que no me marcho satisfecho. Sí, puede que alguna jornada con Nordés....
Cuando llegué aquella tarde del 20 de agosto al observatorio, ya estaba por allí Ricardo. Este año ha sido raro que no llegáramos y/o nos fuéramos Cariñés y yo juntos. Mira que ha venido veces a buscarme a casa, sabiendo como sabe que soy un "paquete", que no conduzco y que de otro modo me tendré que buscar la vida para llegar. No es gran problema ese, no, pero lo es mucho menos con ese pedazo de Seat León y con mi coleguita.



Págalo pomarino (fase clara)

Como decía, aquel día Hevia ya andaba por allí. Tenía que marcharse a media tarde a trabajar y ese sexto, séptimo o vigésimo sentido que tiene, le había avisado de que algo podía estar cociéndose. Hacía muy buen día. Soleado y con viento del oeste. Cuando llegué, me regaló su sonrisa y un "lo que te perdiste. En el primer cuarto de la tarde, a eso de las cuatro pasaron 11 págalos pomarino. Un grupo de cuatro, dos de tres y uno más suelto. Uno oscuro"


Págalo pomarino (fase oscura)

"Joder", pensé. "Joder Cariñés"..."Joooder....11 pomarinos en un cuarto. 2 grupos de tres, uno de cuatro...". Ricardo me miró y de nuevo tirando de ese sentido especial, me dijo "Hoy va a estar bien, hoy va a estar bien, ya hace rato que pasaron, pero va a estar bien....y yo me tengo que ir pronto a currar..." Me dispuse a darle el relevo apuntando las aves que pasaban en mi libreta, lo que aceptó encantado. 20 minutos después y en el segundo cuarto de conteo desde que había empezado yo....apareció un nuevo grupo de pomarinos, esta vez con 6 ejemplares claros. 6 juntos si, 6 adultos claros. Cualquiera que me conozca puede imaginarse la serie de grititos, mi cara de felicidad, mi nerviosismo. Allí tan cerca, tan bonitos, tan...

En el siguiente cuarto ya llegó el éxtasis. Le canto a Ricardo. "Dos pomarinos, no cuatro, cuatro, espera que voy para atrás, más, hay más, más. ¡Se han posado!". "Los veo, los veo, pero vienen más por detrás" me contesta él. Los tenemos ahí posados delante de nuestra atalaya. Cerca, muy cerca. Un espectáculo. Vuelven a levantarse. Con esos enormes cucharones, "vamos a contarlos, vamos a contarlos". "Nueve tengo yo, le digo, nueve, ocho claros y uno oscuro". "Más, más" me corrige Ricardo. "Van 10 claros y uno oscuro". Nadie sabe lo que siento. Ni yo. Nunca he disfrutado más con nada. Ni con una rareza. Nada. Bueno, quizás si. Las primeras veces que los ví. Adoro los pomarinos. Los quiero. Tengo mucho de pomarino. 11 pomarinos juntos. Mi record.


A mí con lo visto ya me vale. Llevamos 17 pomarinos en media hora. 28 en total en hora y media. Una pasada. Cariñés, Toño, David. "Están acostumbrados" y lo entrecomillo a verlos más en grupo. No sé como explicarlo. Para mí ver un pomarino, uno solo, es lo más. Otros prefieren ver a "La gioconda" por ejemplo o la "Fontana di Trevi" o los canales de Venecia. Yo prefiero un pomarino. No digo que sea mejor. Solo que lo prefiero. Es inexplicable lo que siento. Imagina once juntos. Media hora más tarde vemos 3 más, en el siguiente cuarto otros 8 y 5 más y otros 5...


A las 19:00 horas y después de varios cuartos diciendo que se iba pero al mismo tiempo apurando y como no, echando pestes de su "mala suerte" de ese día, de a pesar de lo disfrutado, tener que irse a currar, Ricardo entre maldiciones se marcha.... "Ya me contarás luego, ya mandarás los números, ya....". Allí me quedé y todavía en la siguiente hora y media conté 34 págalos pomarinos más. Cuando me iba, unos momentos antes y con mala luz, de despedida me llevé en la retina y muy dentro de mi alma, un último grupo de 9 (8 adultos claros y 1 oscuro). Me fui a casa y se lo conté emocionado a los míos. 87 pomarinos en una tarde. Yo que lloro casi de alegría cuando veo uno, había visto 87 en cuatro horas. Cuando le contaba a Martín (mi hijo) ese último grupo, él lo vió así (al loro con el de fase oscura...). Yo creo que aunque tampoco lo sabe y su madre ni se lo imagina, como no puede ser de otro modo, también tiene algo de págalo pomarino. Como poco sangre.....que tiene la mía.

Fotos/dibujos de Identify.whatbird.com y dibujo de Martín Valderas Alcoverro.

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