2 de septiembre de 2009

30 días en Vicedo: 27 contando en Estaca, 2 resacas y una salida en barco

Pues eso. Lo que dice el título. 30 días me he tirado por O Vicedo y por lo tanto en las cercanías de mi adorada Estaca. De mi querida Ría. De las vistas de la Coelleira. De la costa de Lugo.



De esos 30 días, 27 tardes fui a Estaca. Acompañado de mucha gente. Casi siempre de Ricardo, mi querido Cariñés, mi compañero diario de fatigas (aunque no siempre es así, pero eso os lo contaré otro día), mi transportista en muchas ocasiones (anda que no se ha dado viajes hasta el puerto de O Vicedo este verano...). Otros muchos días (los fines de semana) con Ana y Toño. Con Pablo Gutiérrez (mi fichaje especial de este verano, cada año al menos hay uno y alquien que ha compartido un rato con "Fredy Mercury" y no ha huido a toda prisa, merece un gran espacio, que ya tiene por méritos propios). Con toda la gente que venía al barco y al final se tuvieron que conformar con cientos de raberos, con más cientos de parásitos, con miles de pichonetas o cenicientas... o con un Pterodroma Feae (joder, he visto que en castellano se le llama Petrel Gon Gon, pero bueno, el también tendrá una historia especial otro día). También tardes que he estado allí solo, que cuentan mucho, que airean, que oxigenan, en los que te da tiempo a todo (sobre todo si no hay mucho paso).

Tres días, tres tardes no acudí a mi cita diaria con las marinas en un sitio tan espectacular como es el Cabo. En realidad cuatro. Dos de ellas fueron debido a la resaca. Si, esa tremenda sensación física y mental, tan horripilante que te acosa el día siguiente a agarrarte una "kurda del siete", un "pedo como un castillo" o a "cocerte como un gambón". Las fiestas de Santa Rosa en O Barqueiro tuvieron la culpa la primera vez y la fiesta de Mamen, cuya temática era Michael Jackson fue el problema el segundo día. Bueno, en realidad el problema fueron los 8 o 10 pelotazos de Cardhu que me endiñé.......

Los otros dos días, fueron la tarde en la que partí de vuelta a Madrid, el 30 de agosto (menos mal que Toño y Pablo estaban de guardia y trincaron el fulmar, que no había acudido a la cita este año) y el día que salimos desde Cariño con el "Aula do mar" 20 millas mar adentro para ver aves marinas (también tendrá un espacio especial).

He cumplido. Estoy satisfecho y feliz. Porque es algo que me gusta mucho. Porque es algo con lo que disfruto mucho. Porque estoy con gente a la que quiero. Porque aprendo sobre animales a los que adoro. Porque disfruto viendo el mar, sintiendo el viento sobre mi cara.

Especial agradecimiento a mi querídisima y santa mujer. Ana. Gracias a que ella se quedaba con los niños por las tardes, yo podía venir. Y cada año vengo más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario