4 de marzo de 2009

Estaca de Bares


Estar en Estaca de Bares es algo especial. Es sentir. Es ver desde cualquiera de sus preciosos rincones, la bravura del mar mientras se enfrenta al océano (porque allí se juntan Cantábrico y Atlántico mal que les pese a los de Ortegal), sus diferentes colores y estados de ánimo. Es recibir el viento en la cara y dejarle que te alborote el pelo. Es sentarte entre aquellas milenarias rocas sobre su salvaje hierba-Y mirar. Mirar sin parar.



En Estaca de Bares no necesitas nada, ni a nadie. Allí sientes la naturaleza en su estado más puro. Y te sientes a tí mismo. Estar sólo en aquel lugar es altamente recomendable para cualquiera. Hacerlo al menos una vez como tantas cosas.

Estaca lluviosa, ventosa y con la bruma entorpeciendo la vista fija en el horizonte. O aquellos acantilados bañados una tarde de agosto por el sol, con los barcos pasando, con las aves inundándolo todo y con el tiempo detenido o sin freno.

Allí puedes también encontrar gente. Mucha gente. Gente desconocida como todos aquellos "turistas" que atraidos por el reclamo de unos coches aparcados o por unos molinos que finalmente y en muchos casos ni se miran. Gente conocida. Amigos. O a un montón de pajareros juntos (y fijaros, la fila empieza y termina por gaditanos de Migres...).




En Estaca puedes encontrar a Jesús "el de Castro", al Txabalote de Santurzti, a los ferrolanos avermarinólogos, a Albert Cama, a Rubén Moreno-Opo, al "dulce" David y a Crecha. A las hermanas Torres Jack, esas guapas coruñesas, a Pablo..en una mano los prismáticos y en la otra los artilugios de anillar dispuesto a luchar con aquel carrizal y con el lugareño de las vacas. Y claro, puedes encontrarte a Toño. ¡¡Ay Toño!!. Toño volviendo del registro civil de cambiarse los apellidos. Cualquier día en lugar de Sandoval y Rey es Estaca y de Bares.... Tela.

O puedes encontrarme a mí. Seguro que si. Fácil. En estos momentos me imagino allí, mirando desde delante del observatorio. Deleitándome con todo, con las rocas, con el acantilado, con el mar, con las marinas y....con....¡joder! eso que hay ahí es un tío. Un tío pegado a un telescopio. A ver que le vea.... ¡¡¡Toma claro!!! Es el cariñés. Cómo no, en Estaca puedes encontrarte a Ricardo Hevia, revisando cada milímetro del horizonte, con su boli y su cuaderno apuntándolo todo. Pero aún gustándole hacer esto, con lo que más disfruta es esperando a ese rarísimo bicho que puede aparecer (y que aparecerá...). O viendo a cada bicho aunque lo haya hecho mil veces. Un "hombre de mar" enamorado de las aves. Un buen compañero de fatigas. Yo cuando voy a Estaca busco todo lo que decía al principio, pero también le busco a él. Va por tí "Cariñés"

Escudo de Cariño (A Coruña)

4 comentarios:

  1. muy buenas

    Que me vas a hacer llorar Alfonso.
    ya tengo un poco de nostalgia del veranito por estaca aunque con lo que nos cayó este invierno por aquí también como que me da un poco de penilla que se acabe.

    Un abrazo amigo

    Ricardo

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  2. Esos "cariñeses"...¡¡grandes!!.
    En breve (el 4 de abril) estoy por ahi. La época no es buena pero....

    Os aprecio un montón. Cuidáos mucho.

    Alfonso

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  3. Por aquí también se te aprecia Alfonso.

    Y eso que tienes problemas para discriminir donde finaliza el Cantábrico y comienza el Atlántico...

    Ja,ja,ja!!

    Saludos.

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