12 de noviembre de 2010

Una gaviota blanca en Vicedo

Jajajajajaja, el tipo este del blog está cada día más majareta...jajajajajjaja. Pues no dice el tío, y no solo lo dice sino que lo titula, "una gaviota blanca en Vicedo". Si todas las gaviotas son blancas....

"Becky", creo que así se llama, la ciclogénesis explosiva que ha sufrido toda la cornisa cantábrica la semana pasada, una prima hermana del ya famoso "Klaus", nos asustó un poco a todos. A primera hora de la mañana y mientras estaba en el trabajo, recibí una llamada de Héctor (mi querido hermanito pequeñín) para decirme que echara una ojeada a La Voz de Galicia. Inmediatamente, mediante Internet, pude observar que una de las noticias hablaba de los daños sufridos por el paso del temporal por mi querido pueblo lucense. Incluía fotos del pantalán algo removidillo, de un caseto de madera que hay allí debajo de casa, hecho una pena y hablaba de que la fuerza del mar había tumbado una de las paredes de la antigua fábrica del Caolín, la antigua antigua, la que está al lado de la playita de arena blanca.

Mediante correo electrónico contacté con mis coleguitas pajareros de los que ya algo sabía y también en relación con el tormentazo, ya que tras él y tal día como el que me enteré, bajaba la intensidad del mismo y se esperaba un gran paso de aves marinas por Estaca. Medio en broma y medio en broma, les dije que se acercaran a echar un vistazo para ver si nuestra querida morada seguía en pié y claro David, mi querido David, ni corto ni perezoso, a eso de las 18:30 ya me estaba llamando desde el puerto de Vicedo. La casa intacta, al menos desde la distancia.

Me contó David que estaba viendo la famosa gaviota blanca. Si, la de la risa del principio. Al principio pensábamos que podía tratarse de una gaviota polar llegada con el tormentazo. A veces llegan por la zona gaviotas nórdicas e incluso americanas cuando hay fuertes temporales. A mí me hacía especial ilusión pensar que había llegado hasta allí, hasta la playa de mi querido lucense. Finalmente tras contrastar opiniones, parecía tratarse de una gaviota leucística (albina). En lo que si había dudas y diversidad de opiniones era al decidir si era una patiamarilla o una sombría.
David (también conocido como Ceés o Mardelirés) la inmortalizó y aquí tenéis la muestra. La preciosa blanca del Vicedo. No es un págalo pero ni falta que le hace.

David las puso nombre..."Larus Valderoides o Larus Vicedensis". Ambos me gustan.

Gracias David. Por el vistazo, por la gaviota y por estar siempre ahí.

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